Cuando “terminé” mi novela “¡Que vuelva la luz!", me sentí liberada, satisfecha y feliz. Creía que ya había pasado la “peor” parte, la más difícil, pero pronto me di cuenta de que no era así. Estaba equivocada, aún quedaba mucho por hacer. Cuando digo la “peor” parte no quiero que parezca que escribir es un suplicio para mí, todo lo contrario, me relaja, me apasiona y disfruto de verdad haciéndolo. Pero, como comenté en la entrada anterior del blog, escribir un libro requiere paciencia, dedicación y mucho esfuerzo. Y es que, incluso en ocasiones, llegas a involucrarte tanto que van pasando las horas sin que seas consciente de que vives por y para tu libro. Fue precisamente todo esto lo que me llevó a pensar que esta sería, seguramente, la fase más complicada, la “peor”. Sin embargo, el trabajo más duro, al menos para mi, aún estaba por llegar.
Con la novela “terminada”, el siguiente paso era revisarla, leerla y releerla, tomar unos días de distancia y volver a leerla una y varias veces más. Fue entonces cuando comenzó la búsqueda de una editorial.
Aquí os dejo algunos enlaces que me sirvieron para seleccionar, en mi caso, aquellas editoriales que publicaban infantil y juvenil. Sed selectivos con las que se ajusten al género de vuestra obra, no enviéis indiscriminadamente a todas las editoriales por el hecho de serlo; es una pérdida de tiempo.
Como veréis hay numerosas editoriales. Algunas de ellas sí están abiertas a recibir propuestas por correo electrónico, otras solamente en papel, y otras directamente no reciben manuscritos no solicitados. Sea como sea, la mayoría tienen página web. Por eso, os aconsejo que las echéis un vistazo ya que cada una suele tener sus requisitos en cuando a las condiciones de presentación de las obras (el tipo de letra, el tamaño, enviar solo una sinopsis, primeros capítulos…)
Cuando al fin había mandado la novela a todas las editoriales que consideré, solo quedaba esperar. Muchas necesitan un tiempo de 2 a 3 meses, incluso 6, para realizar una valoración y así considerar o desestimar tu manuscrito. Además, he de deciros que la mayoría de editoriales que os contestarán, será para ofreceros una coedición, es decir compartir los gastos con ellos. Pero no os desaniméis, si no estáis de acuerdo con sus condiciones, existen otras vías para conseguirlo. En mi caso fue así: varias ofertas de coedición que por motivos económicos rechacé. Después de todo el esfuerzo, las horas, semanas y meses de dedicación, no podía dejar que mi libro se quedara para siempre en el disco duro de mi portátil. Así que, decidí autopublicar.
Como ventajas: no requería una inversión económica y podías cumplir el sueño de tener en tus manos tu creación. Como desventaja: tener que hacer tú todo el trabajo (formato, portada, corrección del texto, publicidad, promoción…)
Parece mucho, y en realidad lo es. Pero ¡Ánimo! Puedes hacerlo. Es el último empujón y al final, el más gratificante.
Parece mucho, y en realidad lo es. Pero ¡Ánimo! Puedes hacerlo. Es el último empujón y al final, el más gratificante.
Finalmente y después de leer varias páginas en internet, me decanté por publicar en createspace de amazon. Aquí os dejo varios enlaces de tutoriales que me sirvieron, en su día, de mucha ayuda.
Esta parte me resultó bastante laboriosa por el hecho de las correcciones ortográficas y tipográficas, ajustar el formato a las características de edicción de amazon, elaborar la portada…Sin embargo, Createspace ofrece gran variedad de plantillas y modelos para hacerlo, además de lo satisfactorio que resulta para el autor, ser él quien crea completamente su propio libro.
¡Ahora te toca a tí! Espero que te haya servido aunque sea un poquito mi experiencia, y te vuelvo a animar porque estoy segura que ¡tú también puedes publicar tu creación!
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